Lo invisible del diseño
- Vale buitrago
- 7 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2018
¿Qué es lo invisible? ¿qué es lo que no se puede ver en el diseño? De inicio entendamos por “invisible” a lo que se construye después de insertar nuestro objeto de diseño, evidentemente no tiene que ver con aspectos tangibles. Partiendo de aquí, veamos entonces lo invisible:

LA AUTONOMÍA DE LA PIEZA.
La interacción final es lo que le da vida a la pieza de diseño, y es completamente autónoma. Habrá muchas formas de interactuar, tantas como usuarios o audiencia haya. Lo que hacemos es delegar esa autonomía a nuestro público, la interacción que le otorguen al objeto de diseño y la forma en que lo integren a su realidad será completamente libre e invisible (de inicio) para nosotros. Es lo que se va a ir construyendo. Claro, es un instrumento esencial que nos sirve para seguir innovando, pero esa interacción o autonomía no la vemos, por eso hay que investigar y “seguirle la pista” para continuar renovando conceptos de diseño relacionados a su forma, uso, función, etc.
EL HILO QUE ENTRETEJE A LAS DISTINTAS GENERACIONES.
El diseño tiene la función de identificar a la audiencia, la crea, la refleja, genera estilos de vida. Todo esto es muy reconocible, lo podemos ver… pero lo que no podemos ver, es ese hilo que va entretejiendo (o integrando) a las distintas generaciones cada que van configurando su realidad. Veamos, el diseño marca épocas, marca estilos, y de alguna manera es un referente cultural y social. Ese “hilo invisible” conecta y comunica a las generaciones (boomers, millennials, etc.), justo para que se puedan reconocer y así puedan coexistir como sociedad.

SU METAMORFOSIS.
Podemos ver que el diseño ha funcionado para imperar el orden y la estructura de los objetos, mensajes, espacios, etc. pero lo que es invisible (o no hacemos consciente) es su metamorfosis. Me refiero a ese rol que tiene como transformador del entorno. No solo transforma físicamente nuestro contexto, sino también nuestra forma de ver y actuar nuestra realidad.
El DISEÑADOR TAMBIÉN DEBE SER INVISIBLE
Y por último, el propio diseñador también tiene que ser invisible. La pieza no debe hablar de nosotros, debe hablar de la audiencia y debe proyectar la solución a su necesidad. Es lógico que el creativo mantenga su estilo y que ese estilo sea el sello que lo caracterice (por eso lo buscan y contratan), pero debemos tener presente que diseñamos proyectos que van dirigidos a una audiencia específica. el diseño no es el diseñador.
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